Conferencia del Maestro, dada en 23 de Noviembre de 1930, en Sofía – Izgrev
La Vida en sus manifestaciones tiene un lado real y uno irreal. Estas manifestaciones tienen su significado práctico y teórico. Por ejemplo, tener fe uno, es uno de los lados teóricos de la Vida. Cualquier cosa que una persona piense acerca de la fe, eso es aún teoría. En este caso toda la gente difiere en sus conceptos teóricos acerca de la fe y de la Vida. Sin embargo, con respecto a lo real en la Vida, es decir, con respecto al lado esencial de la Vida, toda la gente así como todos los seres vivos en general, tienen los mismos conceptos y las mismas experiencias. Entonces, en la Realidad de las cosas existe una unidad. Por ejemplo, cuando llega la Alegría, produce las mismas condiciones, los mismos cambios en todos los seres vivos. Estos cambios son más notables en los seres humanos. Cuando ellos están alegres, su pulso aumenta, el flujo de sangre al corazón se incrementa y todos los órganos se expanden. En general, la Alegría causa expansión al hombre.
El otro lado real de la Vida es el rezo. Aquel que no sabe cómo rezar sólo teoriza. Sin embargo, teorizar sobre el rezo no se puede nombrar un rezo verdadero. La gente contemporánea piensa que el rezo en general es para la persona sencilla. Ellos consideran el rezo como algo simple con relación al científico, al genio, o al santo. De hecho, si tomamos la vida del genio, del científico o del santo, veremos que de principio a fin representa sólo el rezo. Su Vida comienza con un rezo y termina con un rezo. Por ejemplo, el rezo de un genio muestra que está preñado con alguna gran idea, con la cual quiere contribuir algo al mundo. Tal vida es por completo desinteresada. Por eso decimos que tanto el genio como el santo no buscan en sus vidas su propio beneficio.
Así que, sólo quienes están preparados para entender el rezo como camino interior, intuitivo pueden penetrar en su íntimo significado. No hay ni un idioma contemporáneo que pueda expresar la gran idea, oculta en la noción del rezo. Y hoy día, ya que no existe una palabra apropiada, nosotros usamos palabras en los distintos idiomas, que aproximadamente expresan la noción de "rezar". Rezar significa volver tu mente, corazón, alma y espíritu a esa Fuente de Vida, de la cual has salido. Si un hombre se pone áspero, eso es debido al hecho de que él raramente recuerda la Causa Primera, es decir, la Fuente de Vida. Consecuentemente, la degradación a la que la humanidad contemporánea ha llegado, es causada por una profunda razón interior – por apatía con el Primer Principio, del cual se originó.
El hombre hoy día es apático para con Dios y por eso frecuentemente escuchan a decir: "Soy una persona libre, puedo estar sin Dios, también puedo estar sin rezar." Así medita una persona que se piensa de ser libre. Pero esta idea lógicamente no es correcta por única razón que lo Real, es decir, lo Absoluto en el mundo no puede dividirse en dos. Así como Dios, Quien nos ha creado, no puede olvidarnos, de igual manera nosotros tampoco tenemos derecho de olvidarLe. Si Él se olvida de nosotros, todo está acabado con nosotros. Si Él nos olvida, nosotros morimos; sin embargo, si nosotros Le olvidamos, moriremos de nuevo. Dicen: "¿Por qué morimos?" Les probaré por qué llega la muerte. Cuando alguien pregunta si puede vivir sin rezar, esto es igual a pensar que puede vivir sin respirar. Si uno se considera libre, independiente, que intente detener su respiración sólo durante una hora. Si detiene su respiración durante una hora, comprenderá qué necesaria es para él. Si la respiración representa una necesidad para el hombre, entonces pensar en Dios es mil veces más necesario. Mientras más recuerde uno a Dios y Le tenga en su mente, más noble será. La nobleza del alma humana depende de su pensamiento en Dios. Por tanto, si queremos ser nobles, nosotros tenemos que acordarnos de Dios como una esencia que corre por nosotros. En todas las situaciones de nuestra vida – tanto en las alegrías como en los dolores – nosotros debemos acordarnos Dios. Fuera de Dios no existe ninguna educación, ninguna nobleza, ninguna ciencia, ninguna religión, ningún arte u oficio, – nada existe.
Alguien dice: "la cultura puede existir sin Dios también." Respondo: así como la vida en la Tierra no puede existir sin el Sol, así la cultura tampoco puede existir sin Dios. Así como las plantas no pueden existir sin agua, así la cultura tampoco puede existir sin Dios. Así como los humanos no pueden existir sin aire, así la cultura tampoco puede existir sin Dios. Estas comparaciones muestran la gran necesidad de rezar. El pensamiento de uno no puede ser elaborado sin rezar. Nosotros no estamos hablando de los pensamientos humanos distorsionados de acuerdo con los cuales la idea de Dios es presentada de manera/ aspecto caricaturizada. La idea de la gente contemporánea acerca de Dios es la idea de la humanidad caída. Lo que ellos consideran realidad de hecho no es ninguna realidad. ¿Cuántas veces uno ha rezado a Dios sin recibir respuesta alguna? ¿Por qué no recibe respuesta a su oración? Rezar uno a Dios y no recibir respuesta a su oración es una situación similar a la del sediento que sueña que toma agua, pero cuando despierta siente sed de nuevo. El agua que bebe mientras sueña no satisface su sed. Por tanto, este beber agua no es real. Lo que hace a la realidad diferente es que es capaz de satisfacer cualquier sentimiento que la gente necesita interiormente. En Realidad uno constante e incesantemente se desarrolla.
La reunión de esta noche fue convocada por la realidad del rezo, para comprender cómo deben rezar. Quisiera escuchar de ustedes cómo rezan. Cuando rezan, es decir, cuando van con Dios, ustedes están avergonzados. ¿Pueden rezar correctamente si están avergonzados? Además, ¿A qué se debe la vergüenza? Cuando el alumno ha aprendido su lección como es debido, él se levanta de su asiento valiente, decididamente y responde bien a cualquier pregunta que hace el maestro. Si no ha aprendido su lección el alumno está avergonzado y se dice a sí mismo: "El maestro me va a reprobar." Cuando le recen a Dios, tengan a la vista la siguiente cualidad Suya: Dios es extremadamente paciente pero también extremadamente exigente. Cuando reces, reza por cosas reales, concretas. A Dios no Le gusta que recemos por cosas vanas. Cosas vanas son aquellas, cuya realización depende de nosotros. No debemos esperar que Dios haga estas cosas. Es ridículo, por ejemplo, ir con Dios y pedirLe: "Dios, enséñame cómo comer" o "Enséñame, Dios, cómo beber agua, cómo estrechar la mano con la gente, cómo vestirme." Muchas oraciones de la gente contemporánea son de este tipo.
Digo: la gente contemporánea necesita rezar para que pueda enderezar su vida y quitar de ellos cualquier clase de búsqueda del propio interés. Buscar el propio interés es un vicio, una llaga, que corroe el alma humana. Como una nube él oscurece la conciencia del hombre y endurece su corazón. El que busca su propio beneficio piensa todo el día en sí mismo: cómo comer bien, cómo vestir bien, tener una vivienda cálida y confortable, estar sano. Mientras que de los sufrimientos de los demás, él dice: "Esto no me interesa." No interesarse por su prójimo es un estado ajeno al que uno sucumbe. Este estado raramente lo atrapa a uno, pero huele tan desagradablemente que largo tiempo debe purificarse uno hasta librarse de él.
Por tanto, recuerden la siguiente verdad: No existe cosa más grande en la vida del hombre que el rezo. Cualquier otra cosa lo que la gente les diga, no olviden el significado y la necesidad de rezar, de la comunión con Dios. Ni el conocimiento, ni el Amor, ni la Sabiduría en la Tierra puede compararse con rezar, con la comunión de uno con la Causa Primera. La fuerza del rezo está en que cuando uno reza hay que poner todas sus virtudes a trabajar. Un rezo en el que uno no pone en práctica todas sus virtudes, no es verdadero. El rezo debe incluir en sí mismo las cualidades del Amor, la Sabiduría, la Verdad, la Justicia, la Virtud, la Misericordia y un numero de otras virtudes. Si van con Dios con semejante rezo, se asemejarán a un árbol con frutos maduros. Si Dios los ve tan bien adornados, estará satisfecho de que ante Él está un niño sensato, que sabe hablar el idioma supremo, de los ángeles. Dicen: "No todos podemos ser niños sensatos." – No importa, Dios también soporta a los niños tontos, pero existe una diferencia entre el niño sensato y el tonto. El niño tonto nunca podrá tener el resultado del sensato. Lo vemos por doquier en la Vida: el sensato aprende, mientras que el tonto siempre se retarda; el sensato obtiene un premio, mientras que el tonto se consuela.
Digo: si la gente contemporánea no supiera rezar, hubieran perdido incluso lo más pequeño que ha conservado hasta ahora. Todo lo bueno, todo lo grande y bello que han conservado es debido al ánimo de rezar – el cual trabaja en sus almas. Por tanto, gracias al rezo (incluso si no es correcto, como en la humanidad contemporánea) algo bueno ha sido conservado y algo nuevo ha sido adquirido. Gracias al rezo nos hacemos conductores de fuerzas sublimes y nobles recursos por las cuales se mantiene toda la especie humana. El alma necesita alimento interior, espiritual, que puede ser provisto sólo mediante el rezo.
Ahora, al observarlos yo noto que ustedes se han vuelto ricos con estos conocimientos que les he enseñado pero no han aprendido cómo rezar. En muchos aspectos piensan como yo, filosofan como yo, predican como yo, hablan como yo, pero una cosa no saben – no saben cómo rezar como yo. La única cosa que no puedo enseñarles es rezar. Jamás me permito a mí mismo enseñarle a alguien cómo rezar. ¿Por qué? – En mi opinión rezar es el acto más sagrado, que pertenece sólo al alma. Alguien pregunta: "¿Tú cómo rezas y cuándo rezas? – Cómo rezo no puedo decirte pero siempre rezo. Yo rezo, incluso cuando como, y cuando bebo agua, y cuando leo y cuando trabajo – siempre y dondequiera rezo. – "¿No se sientes pesado de tanto rezar?" – Por el contrario, me siento más ligero. La vida está concluida justamente por el rezo. Uno deja de rezar y la Vida desaparece. ¡Rezar es una cosa grandiosa! Él no se expresa a través de mascullar y susurrar rezos. Cuando aprendan a rezar su vida tendrá significado. Los Discípulos de Cristo tampoco sabían rezar, por eso se volvieron a Cristo con las palabras: "Maestro, ¡enséñanos a rezar!" Jesús respondió: "Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él les enseñará." Sin embargo, ellos tuvieron un modelo de verdadero rezo en el rostro de Cristo.
Digo: Cada persona puede aprender a rezar. Si rezar depende de las virtudes, uno debe establecer el Bien como fundamento de su vida. Si logra esto, uno no advertirá cómo su capacidad para rezar aparecerá como un resultado natural en su Vida. Entonces, el alma humana florecerá como un árbol con miles de aromáticas flores. Cuando uno siente disposición para rezar, ningún mal existe para él; está dispuesto hacia todos, disfruta todo, está agradecido por todo. Cuando ve cómo se arrastra un gusano, se detiene ante él, desea ayudarle con algo. Cuando ve un árbol cuyas hojas se mecen con el viento, uno siente disposición por él y quiere ayudarle. Ante este hombre todo vuelve a la vida. Él ve dondequiera el Espíritu de Dios que trabaja y ayuda. Eso despierta en él un impulso para trabajar también, liberarse de las condiciones limitadas de la Vida.
Preguntan si sólo los humanos rezan. – Todo ser viviente reza. Animales y plantas rezan. La fragancia que las plantas propagan por el aire es su rezo. Cuando la planta pierde su fragancia, se seca. Mientras que la planta huele bien, ella crece y se desarrolla. Existen plantas, cuyas hojas tanto como sus flores, irradian aroma. Consecuentemente, cuando uno ora, también irradia fragancia de igual modo que la planta. Lo más que rece él, lo más que su fragancia se incrementa. Cuando deja de rezar y su fragancia gradualmente desaparece. Aquel que nunca ha rezado o que ha olvidado rezar, él huele desagradablemente. De la cualidad de la planta depende su fragancia. De igual modo se definen también las virtudes de los humanos. Lo más evolucionados que son, más fuerte es su fragancia.
Así que, rezar es el trabajo más importante en la Vida. En cuanto a cómo rezar, esto es una trabajo personal, que cada uno debe aprender por sí solo. Si yo les enseño a rezar, ustedes escucharán sólo un eco, del que pronto aburrirán y dejarán de rezar. Éste tiene sentido sólo cuando sale de lo profundo del alma. Si alguien quiere enseñarles cómo rezar, les dirá: "Yo rezaré por ustedes, mientras ustedes trabajan por mí." Esa es la ley. Si trabajan para alguien, él obligatoriamente debe rezar por ustedes. Si no reza, tampoco tienen que trabajar para él. Así son las relaciones entre la gente espiritual. Si ustedes rezan por alguien, él trabajará para ustedes.
Esta noche, quiero que ustedes recen, yo trabajaré; o yo rezaré, ustedes trabajan. Podemos separarnos en dos grupos: una mitad trabajará, la otra rezará. Lo que sea que acepten, una cosa es importante para ustedes: todos tomar parte, volver sus mentes hacia Dios. No existe momento más solemne que aquel cuando dirigimos las mentes y corazones arriba hacia Éste, Quien nos ha dado todos los bienes. Si trabajan incesantemente así, en el curso de un año, ustedes estarán todo el tiempo contentos y felices y sentirán la presencia de Dios. En todos los casos de la Vida, el rezo tendrá fuerza para ayudarlos. La ciencia sin el rezo fastidia a uno; la religión sin el rezo fastidia a uno; el amor sin el rezo fastidia a uno; comer sin el rezo fastidia a uno. Todo lo que se hace sin rezar es angustiante para el hombre.
Existe gente que es muy exigente en su rezo; su rezo es estricto, moderado, mesurado. Sin embargo, existe gente, en particular entre los pobres, cuyo rezo fluye libremente – como los sentimientos de un momento dado. Después de semejante rezo los rostros de esa gente se torna radiante, sonríen; simultáneamente en sus almas ocurre algún cambio. Escuchan a alguien pobre, orando: "Dios, existe algo en mí, que desea rezar pero no sé cómo. Soy consciente que cuidas de mí y tienes tiempo para mí, pero aún no he aprendido a rezar. Realizo esfuerzos para hacer tu Voluntad pero no lo logro, cometo errores todo el tiempo. Si decides pegarme, Tu mano me aplastará. Ten piedad de mí, no repetiré dos veces los mismos errores." Cuando Dios escucha este rezo envía Su bendición a esta alma y dice: "Este es un niño sensato, fácilmente se enderezará." Yo presento las cosas de una manera humana como suceden entre la gente. ¿Quién no ha encontrado en su vida a un hombre puro de corazón, sincero que habla desde el fondo de su alma? Cuando escuchan a tal persona hablar, sienten que está preparado para hacer todos los favores, para todos los sacrificios por ustedes. Entonces, ustedes también experimentan disposición hacia él. Y si les ha hecho algún daño, están listos para inmediatamente perdonarle. Digo: si ustedes no perdonan los pecados de sus prójimos, sus pecados tampoco les serán perdonados. Frecuentemente se dirigen a Dios con la petición de que les revele algunos misterios. Muchas cosas les serán reveladas pero sólo cuando aprendan a rezar correctamente.
Ahora, cuando los observo esta noche veo que entre ustedes hay jóvenes y viejos. Todos dicen que se aman y que tienen relaciones fraternas entre sí. ¿Cuál es la diferencia entre el joven y el viejo? – El hermano viejo se diferencia en su preparación, está listo para hacerle favores a su hermano joven, mientras que el hermano joven se diferencia en su preparación, está listo para trabajar. Así que, el hermano joven y el viejo están listos para hacer cualquier tarea que les sea presentada. Cada uno debe tener en su alma preparación absoluta para servir a Dios tal como los Ángeles y los hermanos Avanzados tienen la preparación para ayudar a todos, sin diferencia de su posición.
Dicen: "¿A dónde debemos volvernos cuando recemos?" Una cosa deben saber: El rezo no lleva regla alguna, restricción alguna. Cuando alguno reza como es debido, él siempre está vuelto hacia Dios. Ustedes no pueden rezar, si no están vueltos hacia Dios. Si rezan a Dios y piensan en una persona – no importa si es su amigo, su madre o, su padre, ustedes le rezan a él. Si le rezan a Dios, pero piensan en su dinero, en su casa – le rezan a ellos. Si le rezan a Dios pero piensan en un santo -le rezan al santo, no a Dios. Si quieren que su rezo sea recibido por Dios, su pensamiento debe dirigirse exclusivamente a Él. Durante el tiempo del rezo su mente debe estar libre de todos pensamientos laterales.
Así que, si rezan, la imagen de Dios debe permanecer en su mente. ¡Ninguna otra imagen! Dirán: "Nosotros no sabemos cuál es la imagen de Dios." No, ustedes conocen esta imagen, pero ahora sólo tienen que restablecerla. Existe un momento en la Vida cuando todas las criaturas – desde las más pequeñas a las mayores, vuelven sus mentes hacia Dios. En este caso, el lado místico del rezo concluye en la percepción de uno de este momento, de modo que se une al rezo común y decir: "Vuelvo mi mente, corazón y espíritu a Éste a Quién todos se dirigen en este momento." Además, cada uno dirigirá un pensamiento que corresponda a su evolución. Dios responderá a este rezo colectivo enviando a cada uno tanta Luz como necesite.
Leamos ahora la Buena Oración y dirijamos nuestra mente Éste, a Quien todos se dirigen esta noche. Este rezo es común no sólo para la humanidad sino para todo el universo: para todos los ángeles, arcángeles, dirigentes, poderes, fuerzas. Sólo de este modo rezaremos para recibir la bendición de Dios, para que podamos crecer y evolucionar de acuerdo con Su Voluntad.
Equipo de traducción al español:
Zornitza Gáneva - Bulgaria
José de Jesús Saavedra Aceves - México
Todos los participantes en los equipos de traducción trabajan voluntaria y gratuitamente.
Agradeceremos cualquier tipo de ayuda, especialmente en la edición, publicación y distribución de las traducciones.
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