Conferencia del Maestro Beinsá Dunó
a la Clase Oculta General
dada en Septiembre 11, 1923, en Sofía
La Naturaleza ama sólo a los hombres que tienen un elevado ideal. Ella les llama: "mis amados hijos", y los conoce por su nombre. Quienes no tienen ideales no están anotados en su libro. Los descarta como desechos; los pone en su sótano para lejanos días, para tiempos lejanos. Así que, en aquellos tiempos cuando alguien siente que nadie le pone atención, o como si estuviese abandonado por Dios, "por la Naturaleza", debe saber que la equivocación es suya, que carece de un elevado ideal. Esta es una ley. Por lo tanto, cada uno puede corregir su vida, liberarse de sus desgracias y sufrimientos; cada uno puede salir del olvidado sótano de la Naturaleza. Si uno de los más abandonados, "hasta el fondo del sótano", algún día crea para sí mismo un gran ideal, comenzará a arrastrarse como un caracol y en no mucho tiempo se encontrará arriba, en la superficie de la Tierra. Y la Naturaleza dirá: "He aquí a uno de mis hijos quien ha resucitado."
¿Qué representa la muerte y qué la resurrección? La Muerte se refiere a los niños olvidados en los sótanos de la Naturaleza, los niños sin un elevado ideal. La resurrección se refiere a los niños que están saliendo fuera del fondo de los sótanos del mundo material, es decir a los niños con un elevado ideal. Para arrastrarse fuera de dicho sótano es necesario tener voluntad y una fe incomparable.
A menudo oirán decir: "Yo como cualquier cosa, no hago selección; me visto con cualquier cosa, no selecciono ni el color, ni la calidad de la materia." Él quiere presentarse como una persona modesta que se resigna con las condiciones. No es así. El hombre que come de todo tipo de comida sin seleccionar, es un hombre sin ideal o con un bajo ideal. Así come el animal omnívoro, pero el hombre se diferencia del animal. Cuando comes tienes que seleccionar las comidas. La Naturaleza creó muchas comidas, pero tú elegirás la más pura y de buena calidad, la que actúa favorablemente sobre tu organismo. ¡Este es un hombre con un elevado ideal!
La Naturaleza conoce quienes de sus hijos tienen un elevado ideal y quienes no. En cada momento ella los somete a un examen. Para ver lo que está escondido en los dobleces del alma humana, lo que está escondido en la profundidad de la mente humana y del corazón humano, qué impulsos y aspiraciones lo agitan, ella les permite entrar en su jardín, plantado con muchos árboles frutales, decorado con frutos diferentes, de varias cualidades y pone atención cuál de estos tomará. Si toma de los más buenos frutos, la Naturaleza escribe en su libro: "¡He aquí uno de mis hijos sabios, con elevado ideal! ¡Llegará a ser un Hombre!" Pero si ve que no sube al árbol por perezoso y toma un fruto de las ramas bajas, la Naturaleza se forma una opinión especial de él. Ella escribe en su libro: "¡No llegará a ser un Hombre! No tiene un elevado ideal." – "¿Qué tengo que hacer?" – Subir al árbol y de allí recoger un fruto. – "Está muy alto, caeré." – Aun si te cuesta la vida tienes que subir. Entonces la Naturaleza escribirá: "¡Este hijo es valiente, llegará a ser un Hombre!" Alguien mira hacia la punta del árbol, arriba, alarga la mano pero se asusta y mira abajo, hacia las ramas bajas o hacia la tierra donde ha caído un fruto, se inclina y lo toma. La Naturaleza escribe de él también: "Este es uno de los niños olvidados en mis sótano, no se hará Hombre."
Guárdenlo en la memoria: la Naturaleza toma en cuenta la aspiraciones internas del hombre. Ella sólo constata los hechos, los observa y anota lo que ve. Por lo tanto, si ella apunta lo mejor, ustedes son la razón de ello. Ella apunta los hechos como son, ni los aumenta, ni los disminuye y de ellos saca sus conclusiónes. Los resultados que influyen sobre vuestras vidas se deben a la selección que hayan hecho.
Había una joven egipcia llamada Eltamar, hija de un pobre campesino, se distinguía de sus amigas por el elevado ideal que llevaba en su alma. Ella era sabia e inteligente, virtuosa y modesta. Cuando fue a la escuela su maestro le preguntó: "¿Te casarás, Eltamar o permanecerás virgen?" Ella respondió: "Tengo sólo un ideal en mi vida y siguiéndolo viviré. Si me caso será sólo con el hijo del rey. Quien sea, si no es el hijo del rey, lo rechazaré. Él será mi elección: me casaré con el hijo del rey o permaneceré virgen." Diréis que esta selección es estúpida. ¡No es estúpida esta moza, ella tiene un elevado ideal!
¿Cómo se aplica este elevado ideal en la Vida? Si tuvieras un credo, si siguieras una enseñanza, si aplicaras alguna medida, si tuvieras alguna imagen en tu conciencia, todo esto respondería a un elevado ideal. Si tuvieras corazón, mente, alma y espíritu, ellos deberían estar inspirados por un elevado ideal. Que tu espíritu sea fuerte, que sea hijo de la Verdad.
¿Quién es el hijo de la Verdad? Es el hijo del rey, el ideal de cada alma. Por eso, si sales por la mañana muy temprano a recibir la salida del Sol, está allí a tiempo, antes de que aparezca en el horizonte. Recibe el primer rayo del Sol saliente. Este es el más importante, él es el hijo del rey, este es el hijo de la Verdad. Él esconde en sí mismo la fuerza y el poder del Sol. Si no recibes el primer rayo, has perdido la salida del Sol. Recibe el primer rayo y tranquilamente regresa a casa. El primer rayo trae la riqueza de todos los rayos. El primer rayo es el primer fruto del Sol saliente, del gran Árbol de la Vida. Los demás son los últimos frutos de este gran árbol. Si uno dice que puede recibir el Sol en cualquier momento o que puede observarlo a cualquier hora del día, la Naturaleza dice de él: "¡No llegará a ser un Hombre!"
Si subes a la montaña y tienes sed, no bebas de cualquier agua. Detén tu andar, mira alrededor y encuentra el manantial más puro. Inclínate, tómala con tus manos y bebe del agua pura montés. Si actúas de esta manera eres un hombre con el elevado ideal, se puede contar contigo como una persona responsable. Si dices que puedes beber de acá y de allá, de cualquier lugar, la Naturaleza escribe que eres una persona sin carácter, con bajo ideal – no se puede contar contigo.
El alumno oculto se distingue por su elevado ideal. Yendo al manantial, a pesar de cualquier tipo de dificultades que encuentres, te inclinarás y beberás del medio, del agua más pura. Yendo a la montaña, no te apresures en bajar pronto, sino elige el lugar más bonito y siéntate ahí para descansar. Examina todo el paisaje y conserva profundamente en tu alma la impresión de esa bella imagen. Cuando bajes al valle, lleva impresa en tu conciencia la imagen viviente de la cumbre que has subido. Las altas cumbres de las montañas, los manantiales puros, están vivos y dejan para siempre inolvidables imágenes en la conciencia del hombre.
¡Aplica el elevado ideal en toda tu vida! Si buscan libros para leer, encuentren los libros del más célebre autor, del predicador más elocuente. Si desean visitar a una galería del arte, acudan a la exposición del más notable pintor. – ¿No debemos mirar los cuadros del mediocre también? – Cada día encuentran cuadros de esos en su vida. Es suficiente observar a la gente para ver cómo comen, qué comida utilizan y cuándo comen, para tener cuadros comunes y corrientes delante de sus ojos. Más, si hacen una selección de cuadros siguiendo un elevado ideal, un cuadro es suficiente. Este debe ser obra del más destacado pintor – del pintor con elevado ideal. Cuando elijan un amigo, obedezcan la misma ley: elijan al más sabio, al más inteligente, al más bueno, al más franco. Cuando un hombre elija a una mujer o una mujer elija a un hombre, de nuevo deben guiarse por un elevado ideal. Quien se desvía del elevado ideal, él mismo hace su causa para las desgracias y sufrimientos en su vida.
Ahora hablemos del ideal en la Vida, acerca de qué principios se deben aplicar cada día. Alguien que diga que su ideal no es el correcto, no llegará a buen final. Si tu ideal de ahora no es correcto, corrígelo. El momento siguiente está en tus manos – elije otro ideal. De esta manera llegarás al ideal de tu alma que es eterno y lleva al hombre por el camino correcto – por el Camino del Amor. Si hoy dejaron pasar el primer rayo de Sol, mañana podrá verle. Si mañana fallan, su día estará perdido. Si hoy recibieron el primer rayo, los demás días podrán recibirlo también. Sólo así podrán mejorar su vida. El pensamiento más luminoso, el sentimiento más elevado, el acto más gallardo, contienen en sí el primer rayo del Sol, que penetra en el alma humana.
¿Cómo puede corregir la vida humana? Toma tu mayor y tu menor defecto y guardalos en tu conciencia hasta que te liberes de estos. Si durante años los guardas en ti mismo y no retrocedes delante de estos. Al final tus errores dirán: "Tenemos delante de nosotros un hombre con carácter. que merece vivir. Te cedemos nuestra posición y nos hacemos tus sirvientes. Tú irás adelante y nosotros detrás de ti." Algunos alumnos no son aprobados en los exámenes, no tienen éxito en su vida y rápidamente se desaniman. Abandonan el campo de batalla, niegan su ideal diciendo: "De nosotros nada saldrá". Esta es gente sin ideal.
¿Para qué viene el hombre a la Tierra? ¿Para un banquete? El hombre ha sido llamado a la Tierra – una escuela de pruebas, para probar su carácter, para conocer su mente y su corazón, para conocerse a si mismo. Sentándote a comer a la mesa, la Naturaleza abre sus ojos ampliamente y observa cómo sostienes el tenedor y la cuchara, cómo comes, con qué pañuelo te sirves. Y de todo ello concluye qué será de ti. Si has sido invitado por el Segundo turno y comes del mismo plato del cual alguien ha comido, ¿piensas que eres un hombre que tiene un elevado ideal? ¿Qué hace el hombre que tiene un elevado ideal? Trae en su bolsa un plato limpio, una cuchara y un tenedor, y si no cambian el plato sucio con el limpio, él dice: "¿Me permiten usar mi plato, mi cuchara y tenedor?" De esta manera debe actuar el discípulo oculto.
Si quieren agasajar a uno según el elevado ideal, deben actuar de esta manera: mandarán hornear diez panes redondos, de fresca harina, limpia, de buena calidad; con el más limpio, el mejor y más preparado maestro panadero. Después cubrirán la mesa con un mantel blanco y limpio, y delante de cada invitado pondrán un plato limpio y un pedazo fresco del pan redondo. En el plato pondrán un racimo de uvas, una manzana y una pera. Las uvas serán traídas del mejor viñedo, ubicado en un lugar limpio y bueno. Las manzanas y las peras serán de árboles cuidados según el elevado ideal. Después los invitados se sentarán tranquilamente y con disposición a la mesa y comerán. Todos darán las gracias, se levantarán y saldrán a pasear por el alrededor cercano, para beber agua del manantial limpio. Esto es una banquete según la nueva manera.
Encontrarán gente rica muy exigente con respecto a los alimentos, pero con respecto a su vida mental y moral no tienen un elevado ideal. Ellos permiten la mentira y el robo en su vida, como cosas comunes. Ellos empiezan bien, terminan mal. En el mundo físico se guían por un ideal, pero en el espiritual – ningún ideal los guía. Para este hombre la Naturaleza escribe: "¡De ti no saldrá un hombre!" Si alguien dice que puede amar a cualquiera, no habla con la verdad. Hasta ahora no he encontrado a uno que pueda amar a cualquiera. De palabra todo es posible, pero en la realidad no es así. El Amor se experimenta en la Vida. Al decir "Amor", debes sentir su significado interno y sentido. Quien sienta Amor, puede transformar su vida en un momento.
¿El hombre a quién puede amar? – a Dios. Primero amarás a Dios, luego – a tu prójimo y al final – a ti mismo. Esta es la gran Verdad en la Vida. Quien no comienza su vida con Amor hacia Dios, no llegará a ser un Hombre. Si deseas probar la verdad de mis palabras, examina la historia del desarrollo humano y mira si existe un hombre a la Tierra que haya rechazado el Amor hacia Dios y que hubiera sido célebre. La gente famosa, los genios, los santos y los Maestros de la humanidad son gente que aman a Dios. Algunos objetarán: "Si se predica Amor hacia Dios, olvidaremos a la gente y las relaciones con ellos." No olvidaremos la gente, sino que introduciremos en su vida un elevado ideal. Si todos se hubieran esforzado en dirigirse hacia el primer rayo del Sol, hacia el gran Amor Divino, el mundo contemporáneo se hubiera desarrollado correctamente. La gente contemporánea estaría alegre, sana, fuerte y rica.
Muchos dicen de sí mismos que tienen un corazón amplio que incluye a toda la gente, más aún a toda la humanidad. Estas son sólo palabras, que no responden a la verdad. Amar al hombre, significa conocerle. Amar a la humanidad significa conocer a toda la gente. Pero sólo quien puede corregir sus defectos conocerá a su prójimo. Por consiguiente, si amas a toda la gente, tú puedes corregir sus defectos. ¿Es así en realidad? Dices que amas a toda la humanidad pero no puedes soportar a tu mujer, que es miembro de esta humanidad. Tienes un hijo y una hija pero no te entiendes con ellos. Es imposible conocer al hombre, amarlo y no comprenderse con él. Pues, la afirmación de que amas a toda la gente no es correcta, no responde a la verdad. ¿Cuándo puedes conocer al hombre? – Cuando amas a Dios. El Amor hacia Dios causa el conocimiento del prójimo y de ti mismo. Esto hace al hombre feliz y lo prepara para cumplir la Voluntad de Dios.
De cualquier modo que se hable al hombre contemporáneo de Amor, lo mezcla con los sentimientos y con su estado del ánimo diciendo: "Mi corazón arde de amor, conozco el amor." Esto que arde y quema no es Amor. Estos son los rayos de la luz negra que lleva muerte y descomposición; estos manchan y trastornan el alma humana. ¿Piensan que el Gran Creador del Universo puede ser engañado por el amor de la gente? ¿Piensan que los actos de la Sabia Naturaleza Viviente pueden ser confundidos con los actos humanos? Dios conoce lo Suyo, es decir lo Divino, dondequiera que esté. Dios del bien eterno ama en el hombre lo Bueno y la Verdad. Está dicho en la Biblia: "Has amado la Verdad en el hombre." Lo más sublime, lo más puro, lo más bello en el hombre, esta es la Verdad.
Alguien quiere saber si el mundo Racional está interesado en su vida ordinaria. La gente puede interesarse por las cosas ordinarias en la vida pero no los seres Racionales. Si eres el primer sirviente de un amo rico y diez sirvientes más te sirven, ¿debe el amo ocuparse de ti? El sabe que otros sirvientes tienen a la vista tus necesidades y las satisfacen. Uno de los sirvientes limpia tu ropa, el otro – tus zapatos, el tercero arregla tu habitación, etc. – "¿Está contento el amo de mis zapatos lustrosos?" – El amo no presta atención a tus zapatos, sino que él se interesa por el sirviente que los lustró. Si él está guiado por un elevado ideal y pulió los zapatos de su prójimo según todas las reglas de su arte, él atrae la atención del amo que dice: "¡Este hombre tiene una idea, se puede contar con él!"
¿Cómo aplicarían el elevado ideal en su vida? Si la mujer desea coser una camisa a su marido y está satisfecha con el primer material que encuentra, y la cose de cualquier modo, ella no tiene un elevado ideal. Deseando coser una camisa a su marido ella debe recorrer el mercado entero hasta encontrar una tela, que responda a las exigencias del elevado ideal y de coserla según todas las reglas del arte. Esto es una mujer con un elevado ideal. El marido debe actuar también de la misma manera: deseando comprar tela para el vestido de su esposa, no debe satisfacerse con la primera que vea, sólo para mentir a su esposa, sino esforzarse por encontrar la mejor tela y llevarla con la mejor modista para que la cosa. Si la mujer y el hombre actúan según las reglas del elevado ideal, la Naturaleza escribirá de los dos: "¡He aquí gente con carácter que tiene un elevado ideal y hace la mejor elección!".
Tienes un amigo y deseas regalarle un libro para leer. Recorrerás todas las librerías para elegir el libro más valioso, el más interesante, para que lo lea, lo conserve y lo recuerde toda su vida. Tu amistad se basa en el elevado ideal. Quieres escribir algunos pensamientos como recuerdo a tu amigo. ¿Qué vas a escribir? ¿Copiarías algo de Petko Slaveikov* para el dinero: "Dinero, dinero, la más poderosa reina", y te satisfacerás? El dinero no es un ideal y no puede guiar a la humanidad. Escribirás un pensamiento pero probado, vivido. Sacarás este pensamiento de lo profundo de tu alma. Leyéndolo tu amigo se admirará y te agradecerá. La Naturaleza escribirá: "Tú llegarás a ser Hombre."
Uno dice que ama a alguien. ¿Por qué le ama? – Por sus ojos y cejas buenas. Otro ama a su amigo por su linda boca, un tercero – por su guapa nariz. Esto es incomprensión del Amor. El Amor no es causado por alguna cualidad externa. Amar a alguien por sus cualidades externas, demuestra que tienes un bajo ideal. Amar a tu amigo, significa ver en él una cualidad en su carácter, que le diferencia de toda la gente. Esta cualidad es invariable – se puede contar con esta siempre. La buena cualidad en el carácter humano no está ni en sus lindos ojos, ni en su guapa boca o en su linda nariz. Está en el lugar más alto, en las cumbres de su vida. Encontrando la buena cualidad en tu amigo, la cogerás, la sostendrás en ti mismo como un don sagrado. Y luego la Naturaleza escribirá de nuevo: "Llegarás a ser un gran Hombre."
Tienes un profesor, le admiras y dices: "Mi profesor conoce muchas ciencias – física, química, matemáticas, astronomía – es una persona muy erudita." El conocimiento no define el hombre. No hace de él un sabio. Otra cosa caracteriza a un maestro. Muchos conocimientos, no elaborados, son una carga superflua, la cual pocos dominan. El saber externo es sólo un adorno del sombrero; lo esencial es el sombrero no su cinta. Un maestro dice a su alumna: "Te comprarás el mejor sombrero, pero no tiene adornos." Ella va con su amiga a comprarse un sombrero. Se compra el mejor sombrero pero la sombrerera le dice que sin listón el sombrero no resulta nada interesante. – "El maestro me ha dicho que me compre un sombrero sin adornos." – "Él nada entiende de sombreros. Si pones un listón, el sombrero estará más bonito." Su amiga insiste en poner un listón más. Y así la estudiante cede – pone un listón más en su sombrero diciendo: "El maestro ya va a estar satisfecho con mi sombrero." No, el sombrero perdió su valor. ¿Por qué? – Porque imita ideales ajenos.
Imagínate que eres un escritor y recibes de tu amigo una buena pluma con plumín de oro. Un conocido tuyo viene, ve la pluma y pone en ella una enorme piedra preciosa. Viene otro, pone una piedra preciosa más. Tú deseas escribir con tu pluma, pero experimentas dificultad – las piedras preciosas pesan sobre tu pluma y paulatinamente tu pensamiento se dificulta, no va ligera y suavemente, como antes. ¿Qué representan las decoraciones en la Vida? -Estas son los ideales provisionales de la humanidad contemporánea, de la gente, de estudiantes y religiosos contemporáneos. Ellos no comprenden la fuerza de lo Divino que penetra en el alma humano como chispa e inflama el fuego eterno en él.
Dicen: "Ojalá me encuentre uno que me ponga un diamante en el cuello independientemente de que no responda a un elevado ideal." No es así. Tiene sentido poner un diamante en su cuello pero que sea el mayor, el más lindo, el más puro. Tal debe ser su ideal. Si alguien desea poner alrededor de su cuello, un pequeño diamante, casi imperceptible, no lo permitan. Lo que llevan fuera y en sí mismo, debe responder a un elevado ideal o no ocuparse de él. Aspiran a lo más grande, lo más bello, lo mejor, lo más puro en el mundo. Esta es la Verdad que deben implantar en sus almas, en sus corazones y en sus mentes.
Hablar a la gente del elevado ideal, esto significa caminar por la corriente del gran río de la Vida. ¿Adónde va este río? Esta tarde yo también les he hablado de un elevado ideal, expresado en lo más grande, lo más bello, lo más puro, lo mejor en el mundo. Este es el primer rayo que sale del Principio Divino. Si comprenden este rayo, ustedes serán discípulos y hombres. Ustedes son de los que entenderán la Verdad como un elevado ideal en vuestra alma. Si tardan y no reciben el primer rayo, estarán en la situación de los niños olvidados en el fondo del sótano. Este sótano es para los niños comunes y no para los excepcionales, es decir para los Divinos. Para estos niños justamente, está creado el gran mundo.
Cada uno habla de lo que vive en él. El hombre con elevado ideal habla de un elevado ideal, el que ama habla del Amor, el que ama a la Verdad – de la Verdad, el sabio – de la Sabiduría. Porque el que ama, habla del Amor y el miedoso – del miedo. ¿Quién de los dos gana? – El que habla del Amor. El sabio habla de cosas sabias y el tonto – de tonterías. El sabio construye y el tonto destruye; el sabio escribe y el tonto copia. ¿Quién de los dos gana? – El sabio gana y el tonto pierde. Algún hijo rico dice que ha estudiado firmar los giros postales que su padre le envía. La vida de muchos consiste sólo en firmar. Ellos sólo firman por algo que han tomado de éste o de aquél. Cuando la Naturaleza observa a un hombre que sólo toma y no da nada, ella escribe: "¡De este hijo mío no saldrá nada! Ha aprendido a firmar pero nada puede escribir."
¿Qué se exige del hombre contemporáneo? – Seguir el camino de los seres Elevados, de los Hermanos Blancos, de los estudiantes de la Fraternidad Universal. Ellos traen un gran ideal en su alma. Ellos piensan, sienten y actúan según las exigencias de este ideal. Cuando uno de estos Seres decide bajar a la Tierra, todos le aconsejan que vaya entre la gente mejor, es decir entre los que aspiran hacia el elevado ideal. ¿A quién va el Maestro? – Al discípulo cuya alma tiembla por su Maestro. Él le visitará y dirá a si mismo: "¡Acá vive uno de mis discípulos que tiene un elevado ideal!" Pasando por la casa de un estudiante que no tiene unión con su Maestro, este último dirá: "Aquí vive uno de los estudiantes olvidados." Él pasará por su casa y seguirá adelante sin dejarle algo.
Sólo algunas palabras expresan la idea de un elevado ideal: lo más sublime, lo más bello, lo más justo, lo que más ama a la Verdad – todo de primer grado. Depositan un elevado ideal en su alma para ver cómo mejorará su vida. Es necesaria su aplicación. Diciendo que tu corazón está vacío, sabrás que no tienes Amor. – "¿Qué haré para obtener el Amor?" – levántate cada mañana temprano y sal fuera para recibir el Sol. Recibiendo el primer rayo, has abierto ya tu corazón al Amor. El primer rayo, se entiende: el primer pensamiento, el primer sentido, que pasan por tu mente y tu corazón. Al levantarte por la mañana, escribe el primer pensamiento y el primer sentimiento, que te han ocupado. la Naturaleza es muy exigente. Al despertarse de su sueño, un niño, ella se para delante de él con el alma en vilo, escuchando con estremecimiento, para saber cuál será el primer pensamiento que pasará por su cabeza y el primer sentimiento, que moverá su corazón infantil. Si tú, el hijo de la Vida, también al levantarte de tu sueño, piensas primero en Dios, en Su Amor, en Su Voluntad – la cual cumple tu alma, y despiertas con gratitud por todos los bienes que se te dan, ella escribe: "¡Este hijo llegará a ser un gran Hombre!"
Equipo de traducción al español:
Zornitza Gáneva – Bulgaria
José de Jesús Saavedra Aceves – México
Todos los participantes en los equipos de traducción trabajan voluntaria y gratuitamente.
Agradeceremos cualquier tipo de ayuda, especialmente en la edición, publicación y distribución de las traducciones.
Copyright (c) 1997 Publishing House "Byalo Bratstvo" All Rights Reserved
|