Conferencia por el Maestro Beinsá Dunó, Dada en Marzo 23 (estilo viejo), 1914, en Sofía
"En verdad, os digo, a menos que un grano de trigo caiga en la tierra y muera, permanecerá solo; pero si muere, producirá muchos granos." Jn 12:24
El grano de trigo es un emblema del alma humana. Representa una gran historia en el desarrollo de la Naturaleza. Si pudieran desdoblar la hoja del grano de trigo, seguir su historia, comprenderían completamente la historia del alma humana. Así como el grano de trigo cae dentro de la tierra y muere, así como brota, crece y produce semilla, lo mismo pasa también con el alma humana. Probablemente, ante ustedes el grano de trigo representa algo muy simple, algo sin valor, – un dieciséis milésimo de kilogramo. ¿Cuánto bajarían su precio cuando un kilogramo cuesta sólo un lev. Sin embargo, el grano de trigo contiene una fuerza, un potencial, un espíritu de auto sacrificio, por medio del cual se nutre a sí mismo y a otros. Y cuando ustedes se sientan a la mesa, no piensan en absoluto sobre el grano de trigo, no saben qué alegría les trae a ustedes, qué pensamientos trae. Ustedes no saben su origen. La gente no lo valora, las gallinas – tampoco, nadie lo aprecia. Pero es un gran misterio en el mundo.
Ahora, ¿qué yace en este grano de trigo? El es un emblema de la Vida. Si tomamos la letra búlgara Ж (j), que es con la que empieza la palabra trigo en búlgaro, esta corresponde absolutamente con el grano de trigo: debajo piernas, raíces, arriba – dos ramitas. Cuando lo sembramos, nos muestra la dirección en que debemos esforzarnos. El grano de trigo nos dice que debemos esforzarnos hacia el Uno, de Quien hemos salido – hacia Dios; que para esforzarnos hacia Dios, debemos ramificarnos, hacer ramitas, florecer, dar comida para el mundo, es decir "ayudar y sacrificarse para sus prójimos como Yo lo hago." Por eso Cristo dice en otro lugar: "Yo soy el pan vivo, Que bajó de los Cielos." Y, ¿de qué esta hecho el pan? – De grano de trigo.
La gente actual dice que su vida es infeliz, todos están descontentos – reyes, y príncipes también. Empezando del más elevado hasta el más bajo, siempre quieren algo y cuando les es dado, de nuevo están descontentos y de nuevo quieren. Y pregúntenles por qué están descontentos. Buscan algo más.
Pero, volvamos a la historia del grano de trigo. Sembrándolo en la tierra, ¿qué dirían ustedes si estuvieran en su lugar? Dirían: "¡Es el fin, nuestra vida se acabó, se hechó a perder!" En el grano de trigo se encuentra más fe que en nosotros. Enterrado en el suelo éste se pudre, pero inmediatamente comprende el idioma del Sol y cuando los primeros sus rayos aparecen, y se dice: "No voy a morir, resucitaré y daré fruto a otros." Y en él comienza a crecer la energía y empieza a esforzarse hacia el Sol. Madura, florece. Pero la gente no lo deja: toman una hoz y lo cortan. Sus sufrimientos no terminan aquí: después que lo han segado, lo atan en gavillas, pinchado por bieldos y lo arrojan al carro, lo traen a la era y lo ponen uno sobre el otro en pilas tan grandes como montaсas. Después pisan encima de él con caballos y trillos. ¿Qué pensarían si ustedes estuvieran en su lugar?
A través del mismo proceso pasa la vida humana. Preguntarán: "¿Por qué debemos pasar a través de todo este proceso?" El hombre debe sacar una moraleja de este ejemplo del grano de trigo. Pasan la trilladora y los cascos de los caballos han trillado el grano de trigo, lo toman y lo ponen en el granero. Pero sus sufrimientos no terminan aquí: lo ciernen, los malos granos caen debajo, los buenos quedan arriba, lo ponen en sacos y son llevados al molino, bajo aquellos dos pesadas piedras – de moler y las aplanan completamente. Si ustedes estuvieran en lugar del grano de trigo, ¿qué dirían? – "¡Qué vida, qué mundo ha creado Dios!" Pero el grano de trigo tiene mucha paciencia. Dice: "ustedes habrán de ver cuál es mi historia." Lo toman del molino como harina, lo llevan a casa, pero todavía no lo dejan en paz. La esposa allana su cedazo, lo cierne, desecha algunos, pone otros en la amasadera, le pone levadura y lo amasa. Si ustedes estuvieran en lugar del grano de trigo, dirían: "Se acabaron nuestros sufrimientos." ¡No! Cuando la masa fermenta, va al horno y cuando lo sacan de ahí, vemos esas ricas barras de pan redondo. Si ustedes estuvieran en lugar del grano de trigo, dirían: "¡Nuestros sufrimientos por fin se acabaron!" Pero en poco tiempo empiezan a cortar esas ricas barras y a comérselas. De esta manera el grano de trigo entra en el estómago, formando nutrimentos, los cuales entran en nuestra mente, y ¿qué pasa? Grandes pensamientos se forman en nuestra mente y nuevos deseos en nuestro corazón. El grano de trigo lleva las vestiduras que arropan nuestros sentimientos. Este fluye en la pluma de escritores y poetas, fluye en el arco del violinista. Esto es lo que el grano de trigo da.
Y si este grano no pasó a través de este proceso de desarrollo, nunca veríamos estas cosas bellas en la Naturaleza. ¿Por qué? Porque el grano de trigo nos da fuerza para mirar y ver. Esto es por lo que Cristo dijo: "Yo soy el pan vivo." Y para estar vivo, el hombre necesita estar en comunión con su medio ambiente, integrarse en él, ayudando a otros y siendo ayudado por ellos. Así como el grano de trigo pasó a través de este proceso, de la misma manera debemos sacrificarnos. Y el sacrificio no es tan pesado.
Ahora volvamos a la historia de la vida de Cristo, a la historia de la nación judía. ¿Cómo explicarían esta contradicción: una nación ha estado esperando durante miles de aсos por su Salvador, por la llegada de su Rey y que le libere, y al tiempo en que Él aparece, exactamente los sumos sacerdotes judíos y príncipes se vuelven en contra de Él? Ustedes dirán, que si Cristo viniera actualmente, actuarían mejor. Lo dudo. Y les presentaré un hecho: vean cómo un marido se porta con su esposa y al contrario y así sabrán cómo se portarían ustedes con Cristo. Cuando la Verdad aparezca en el mundo, no estará vestida de fiesta, sino en el más sencillo ropaje. Esto es por lo que Cristo apareció entre la nación judía en esta forma sencilla. Esta es la razón por la que la gente no puede comprender la Verdad. Tales son las leyes de este mundo.
Pero también hay otra ley en el mundo, que se manifiesta a la luz del Sol, cuando el Sol comienza a brillar en todas las semillas y seres de la Tierra. Esta luz, que produce alegría y felicidad en el hombre, produce odio y resentimiento en otros. ¡La luz que a unos lleva contento hace a otros feroces! La luz y el calor hacen a un lobo pensar dónde puede buscar ovejas para comerlas. La misma luz y calor cayendo sobre un ladrón, él empieza a pensar cómo robar su dinero. Si caen sobre alguien, que está esforzándose en hacer el bien, él pensará en encontrar a un pobre para ayudarle. Denle un grano de trigo a una gallina, ella producirá bellas plumas; dénselo a una cerda, le producirá cerdas fuertes; dénselo a un lobo, le producirá buenos dientes y garras: dénselo a un pez, le producirá bellas escamas. Los fisiólogos no pueden explicar este proceso. Cada ser adapta la comida, el calor de acuerdo a su desarrollo y comprensión. Ustedes pueden comprender esta ley, probando estos dos contradictorios mundos.
Es inexplicable por qué el mal existe en los humanos, por qué ellos prefieren el odio al Amor y la falsedad a la Verdad. Esto no lo podemos explicar; muchas interrogantes "Por qué" permanecerán inexplicables. La palabra búlgara "por qué" es un signo, que significa "Yo quiero". ¿Por qué debemos querer? – Hay una ley que dice que tenemos que esforzarnos por avanzar.
Cristo dice, que si el grano de trigo caído en tierra no muere, permanece sólo en este mundo. ¿Qué es la soledad en la vida? La soledad es el mayor sufrimiento que uno puede experimentar. La multiplicación es el propósito de la Vida. Todos los sufrimientos del mundo provienen del hecho de que la gente quiere vivir sólo para sí misma. El mal siempre nace de este deseo de estar sólo y llegar a ser el centro del mundo. Pero en las leyes Divinas esto es imposible. Nuestros pensamientos y deseos fallan, porque los construimos en la arena. Podemos ser felices en el mundo cuando vivimos para Dios. Y tenemos que vivir para Él. La explicación de esto la encontramos en la misma Naturaleza. Cuando el Sol sale por la maсana, sale para todos, porque ama a todos. Es considerado con todos los seres – desde los más bajos hasta los más elevados – y esto es por lo que todos dirigen sus miradas hacia él. De aquí proviene esta energía que los resucita y los eleva. Pero ¿nos dice el Sol que debemos entrar en él? Él nos dice que sólo hagamos uso de los beneficios que está dando, y así como ilumina al mundo, así nosotros también debemos arrojar luz, iluminar a quienes nos rodean.
Tenemos algunas falsas nociones en nuestra mente, que provienen de nuestra vida individual. Por ejemplo, si entran en una casa, que tiene una sola ventana, pero con veinte o treinta visitantes en su interior, ustedes les dirían: "¡No tienen derecho, yo quiero ver solo!" Pero mientras ustedes están viendo al Sol, todos los demás estarán privados de su luz. Así que ustedes deben permitirles verlo, mostrarles el Camino para salir de esta casa y ver la Luz. Esto es por lo que no es bueno conservar mucha gente alrededor de sí, porque nunca podrán todos, al mismo tiempo, tener el beneficio de usar la luz y el calor del Sol. Debemos decirles que salgan.
Esto es por lo que Jesús dice: "El que se ama a sí mismo debe salir afuera"; y en otro lugar: "El que ama a su padre y a su madre más que a Mí no es digno de Mí." Así que, si un ser se acerca mucho a la ventana, le tapará todo el horizonte a los demás. Consérvense veinte o treinta pasos alejados. Esto es en el medio ambiente físico. Con esto Jesús quiere decir que la vida no consiste de beneficios materiales. Estos son sólo una sencilla ayuda así como los libros de texto, pizarrones, plumas representan una ayuda para los estudiantes. ¡No piensen que Dios ha preparado para ustedes sólo estas minúsculas cosas! Él ha preparado cosas mucho mayores. Pregunten a una rana acerca de sus conceptos de la vida; ella responderá: "Sobre mi pantano en el que vivo querría que más mosquitos volaran y estuvieran más cerca, para poderlos atrapar." Y cuando la miran alguna vez sentada en silencio como un filósofo, está observando a los mosquitos: si se acercan, cómo atraparlos. Tal es su concepto de la vida.
Yendo escalones arriba, no pensemos que ya hemos alcanzado el pico de nuestro desarrollo. En esta escalera de desarrollo entre nosotros y el Camino, hacia el que aspiramos, todavía hay mucho que debe ser andado. La distancia entre los hombres y los ángeles es tan grande; es casi la misma relación como entre un renacuajo, de quien se desarrolla una rana, y el hombre. Desde el punto de vista de los ángeles aún somos ranitas. Algunos dicen: "¿Pero, que no la gente está hecha a imagen y semejanza de Dios?" Pero ellos no han obtenido aún esta imagen y semejanza. Miran ustedes cómo actuamos. Para decir que "estamos hechos a imagen y semejanza de Dios", debemos poseer las cualidades de Dios. Y, ¿cuáles son Sus cualidades? – Son la Virtud, el Amor, la Sabiduría y la Verdad. La Virtud excluye al mal, el Amor – al odio, la Sabiduría – la insensatez, la Verdad – la falsedad. Si hemos excluido estas cosas en nosotros, tenemos la semejanza de Dios; si no las hemos excluido, todavía somos como ranitas.
No tengo nada en contra de esta rana, tiene que comer mosquitos. ¿Y por qué ella ha de comer mosquitos? Les diré. Desde que el mosquito volando vive en un estado más elevado, la rana, aspirando a volar en el aire, quiere recibir las vibraciones del mosquito, para desarrollarlas y ser capaz de volar. ¿Por qué un lobo come ovejas? – Él tiene que comer ovejas para llegar a ser manso, pues cuando comemos cosas buenas, nos volvemos buenos. Los actores han hecho una prueba, cuando desean interpretar un papel de amor ideal, ellos comen carne de carnero durante largo tiempo, pues esta clase de carne dispone a semejante estado. Por lo tanto, un lobo tiene el derecho de comer ovejas, si desea volverse manso. Y seguramente se volverá tal, porque ahora el lobo es mucho más manso de lo que era en otro tiempo. Y que la gente come ovejas y gallinas, les diré que comen ovejas, porque quieren llegar a ser bellos; y comen gallinas, porque quieren llegar a tener alas como los ángeles. Y tienen el derecho de comerlos. El mal no está en la nutrición. Cuando se ha prohibido comer cierto alimento, se ha hecho con la consideración de no causar sufrimiento al ser usado como alimento. Yo digo, que pueden comer. Vayan al gallinero y atrapen una gallina, si no cloquea, pueden matarle y comérsela. Pero si cloquea, déjenla. Del mismo modo si un cordero bala, déjenlo, quiere vivir. Por lo tanto tienen que preguntarles. Pregúntense qué cordero y que gallina quiere vivir dentro de ustedes.
Cristo dice: "Yo soy el Pan de Vida y aquel que Me coma, tendrá vida eterna."
Para ser capaces de entender las palabras de Cristo, tenemos que purificarnos: purificar nuestra vista, purificar nuestra mente. Nuestra mente es una instrumento perfecto, cuando sabemos cómo usarlo, pero también es instrumento muy peligroso, cuando no sabemos usarla. Cuando ustedes aran con arado un campo vacío para sembrarlo, están en su derecho; ustedes siguen la ley natural. Pero cuando aran un campo ya sembrado, hacen una tontería. Algunos dicen: "Debemos reflexionar y criticar", porque la ciencia no podría ser sin la crítica. Criticar pero ¿cómo? La crítica como la cirugía – para remover la parte enferma del cuerpo humano – entiendo, es útil, pero para remover una parte sana no entiendo. Ser un cirujano así no es trabajo difícil: cada quien puede tomar una sierra y cortar la pierna de alguno, cada uno de ustedes tiene esta capacidad. Pero unos pocos saben cómo realizar su operación quirúrgica exitosamente.
Para aprender esto, tenemos que ser apropiados por la ley de la Virtud y del Amor. Cuando les hablo acerca del Amor, no piensen, que estoy enseсándoles una doctrina de paz y calma. Un hombre que quiere amar tiene que experimentar los mayores sufrimientos en el mundo. Quien no ha sufrido, no puede probar este principio Divino de Amor. Para amar a Dios, debemos estar listos para sacrificarnos, así como Dios se sacrificó por nosotros. Para llegar a conocerLe, ustedes dirán: "Dios, danos lo que necesitamos!" "Danos, danos, danos" – este llamado se extiende de un lado del mundo al otro. Y el dinero nunca ha sido más barato que hoy día. Cada uno de nosotros recibe hoy día, probablemente, un salario, tres o cuatro veces más alto que la gente del pasado, pero de nuevo no tenemos lo suficiente. El dinero está devaluado, pues no hay nada que le corresponda. Así pues debemos buscar granos, maíz, peras, manzanas. Ustedes dicen: "¡Dios, quiero ser bello, quiero ser rico!" Ustedes quieren poseer muchas cosas, pero saben, que estas serían una desdicha para ustedes porque si son ricos cada uno pensará en causarles mal. Y para mantenerse necesitarán gente, como los ricos americanos que toman tres o cuatro guardias para protegerlos, pues a cada paso están expuestos a chantajes. Así que no necesitamos riquezas, sino las cosas básicas que hacen buena la vida.
Hemos descuidado el desarrollo de nuestro corazón y así que tenemos que regresar al principio fundamental – desarrollar y ennoblecer nuestro corazón. El mal no anida en la mente, sino en el corazón. Cada uno de nosotros tiene que preguntarle a su corazón qué desea. Nuestro corazón se ha corrompido por culpa nuestra: nosotros muchas veces lo hemos hecho mentir como las criadas, pensar mal, etc. Dios dice en las Escrituras: "¡Hijo Mío, dame tu corazón!" Él sabe y ve los errores humanos y no quiere nada más de nosotros sino que abramos nuestro corazón, entrar Él en este. Preguntarán: "¿Cómo?" Del mismo modo como abrimos una ventana para que la luz entre en nuestra habitación. Hay algunos dichos: "Un cuarto donde entra la luz no entra el doctor, la enfermedad no reina." o: "Donde la luz no entra, de allí el doctor no sale." Del mismo modo, en aquel corazón humano en que entró Dios, ningún demonio tiene entrada. Dios es justamente el doctor en este sentido. Cuando un doctor llega, dice: "Tienes que comer más, tienes que beber más, hacer esto y lo otro" pero nos aguantamos, soportamos hasta que nuestra columna vertebral está rota.
Frecuentemente somos como aquél camellero, viajando por el desierto, cuyo camello apenas soportaba la carga. Encontrando una piel de zorro en el camino, la puso en el lomo del camello, pero por esto se rompió la columna vertebral del camello y entonces la carga permaneció en el desierto. El lomo del camello puede cargar sólo cierto peso. Este camello somos nosotros: nosotros somos quienes viajamos y si ponemos sobre nuestra espalda más carga de la que podemos cargar, un día obstaculizaremos nuestro desarrollo. Con esto no les recomiendo la pobreza. Les recomiendo riquezas en las tres dimensiones: no sólo físicas, no sólo mentales, sino también espirituales. El Cielo aprueba a la gente con riquezas semejantes, porque ellos pueden ser generosos. Y cuando Cristo dice: "Provéanse de tesoros", Él quiere decir tesoros semejantes. Inviertan su capital en el Cielo, de modo que Dios pueda alimentar a los pobres en la Tierra con sus intereses. No son los ángeles, quienes están trabajando para nuestra salvación, sino que nosotros mismos tenemos que hacerlo. Y tenemos todas las condiciones para hacerlo. La ley no requiere que todos aprendamos al mismo nivel; cada uno tiene que saber tanto como sea necesario para él. Alguien dice: "Mi cerebro es pequeсo"; yo le respondo: "Si no puedes tener cuidado de un pequeсo caballo, ¿cómo puedes tener cuidado con uno más grande? Si tienes un corazón pequeсo y no puedes dirigirle, cómo serás capaz de dirigir un corazón más grande, con mayores deseos?"
¿Qué debemos hacer? – No debemos pensar acerca del futuro, sino usar todos los beneficios que este día nos ofrece para bien. Éste, nos lleva todos los futuros beneficios. La ley establece que Dios, Quien ha dado las condiciones para este día, las dará para los otros también. No hace falta pensar qué nos pasará en el futuro, sino debemos estar en calma: hay ciertas leyes que regulan las relaciones humanas. Si alguien puede daсarnos, no es de manera arbitraria, sino que sucederá de acuerdo a la ley. Sin embargo, cada infelicidad les traerá una bendición; cada obstáculo descubrirá para ustedes un nuevo horizonte. Pueden probar esto siempre, por eso no deben preocuparse sobre las infelicidades que puedan sucederles.
Algunos están preguntándome sobre la vida política en Bulgaria, qué habrá de sucederle. ¡Qué raro! ¿Qué ha pasado hasta ahora? Bulgaria está siendo masajeada un poco, eso es todo. Fue descargada de cierto peso; le fue dada una nueva experiencia y una tarea para resolver. No nos sentamos a pensar sensiblemente acerca de las leyes que regulan la Vida, sino que buscamos culpables. Díganme ¿quién es culpable? Ustedes ahora no encontrarán a los culpables. La vida individual del hombre es la culpable. Cuando alguien quiere ser rey de la gente, él es culpable. Y quien quiere deponer al rey, él es culpable también. Da lo mismo para nosotros quién sea el rey – uno u otro, el tercero o el cuarto: todos siguen un mismo sendero.
No estoy diciendo, que el hombre no debería desear llegar a ser un rey o una reina. Pero ¿de quién? – De sí mismo, de su mente, de su corazón, de su voluntad. ¿Cómo están sus ciudadanos? ¿Han subordinado sus pensamientos, sentimientos y deseos, se han controlado y arreglado ustedes mismos? Ustedes primero den un ejemplo al mundo. ¿Qué predicador seré, si volteó a la gente y le digo "sea generosa", pero yo soy un avaro; digo "no roben", pero yo robo; digo "no mientan", pero yo miento? Un maestro, enseсando a la gente, debe ser un modelo, dando él mismo el ejemplo. Y Jesús, cuando descendió para enseсar a los humanos, primero les dio el modelo y si dominamos Su Enseсanza, el mundo será inmediatamente cambiado. Está escondida en nosotros una fuerza dinámica que no podemos usarla porque no sabemos cómo trabajar.
Una vez un espino creció en un camino, bloqueando el tráfico. Pasaban los viajeros que lo golpeaban con báculos, pero mientras más lo golpeaban, más fuerte crecía hasta que comenzó a voltear los coches. La gente no sabía qué hacer. Pero un azadón vino y dijo: "¡Voy a mostrar mi arte también!" Y empezó a socavar las raíces desde lejos. Al principio el espino se rió y dijo: "Tanta gente no pudo hacer nada en mi contra, me darás temor acaso tú?" Pero el azadón socavó más y más profundamente y después de algún tiempo el espino dijo: "Has encontrado mi punto débil".
Hasta que pongan un azadón a trabajar en su interior, el espino a veces se reirá de ustedes y dirá: "¡Voy a crecer y crecer!" Esta es una alegoría que deben comprender. ¿Cuál es el azadón? ¡Piensen y encuéntrenlo!
Tenemos que ser siempre como un juez. Por ejemplo, en la guerra civil americana trajeron a dos delincuentes – un ciego y uno sin piernas. El crimen consistió en lo siguiente: estaban robando manzanas. El jardinero los cogió y los llevó ante un juez pero el ciego dijo: "Soy ciego, yo no robé manzanas, pero extendí mis manos y tomé algunas del suelo." El hombre sin piernas gritó: "¡No tengo piernas y no puedo caminar para robar!" El juez después de cierta reflexión dijo: "¡Pongan al hombre sin piernas sobre la espalda del ciego!" y aсadió: "El que tiene ojos encontró el manzano y el que no tiene piernas, pero sí brazos, tomó las manzanas". Y ellos fueron realmente capturados en esa posición.
Lo mismo es para el hombre – quien consiste de dos seres: uno – está ciego, el otro – sin piernas. Cuando Dios los sorprende en crimen, cada uno exclama: "Yo no he tomado, no he tocado, no he pisado con pierna." Pero Dios dice: "¡Pongan a uno sobre el otro!" y así los juzga. ¿Quién es el ciego? – Es el instinto humano. ¿Y quién es el que no tiene piernas? – Es la mente humana. Ambos dicen "vamos a robar", se montan y van a robar manzanas. Y cuando los capturan, uno dice: "¿Por qué me golpean?" y el otro dice: "¿Por qué me golpean?" pero ambos son culpables.
La evolución es necesaria para nosotros. Nos esperan beneficios más grandes, pero debemos volvernos suficientemente inteligentes, buenos, maduros, de modo que esta herencia nos pueda ser confiada. Estas tres cosas que he mencionado – Virtud, Rectitud, Sabiduría – son grandes riquezas y cuando ustedes las posean, serán sanos y felices.
Pero ustedes preguntarán: "¿Cómo podemos aplicar esta Enseсanza en el mundo?" No se nos exige enderezar al mundo. El mundo fue puesto derecho, en el mundo no existen anormalidades, todo se mueve de acuerdo a un orden establecido. Sabemos por qué los eventos – naturales y políticos – vienen. No hace falta alterar este flujo. Pero uno es necesario: la corrección individual de cada persona en el mundo – hombre o mujer. Cuando un individuo se corrige, sus hijos – hijas e hijos – también se corregirán, y cuando sus vecinos se corregirán, el mundo entero también por sí mismo. Como está la levadura, así estará la masa también. Este es el principio, que Cristo ha establecido. Y Cristo está actuando para su realización. Y así como la crisálida comienza a transformarse más adelante, del mismo modo el mundo empezará a elevarse y a transformarse para ser mejor. En este mundo hay gran malestar porque todos aquellos, quienes no pueden formar su propia crisálida, están preocupados acerca de cómo van a pasar el invierno que se acerca. La transformación, por lo tanto, debe tener lugar en nuestra mente, en nuestro corazón, en nuestra voluntad. Y cuando esta transformación suceda, sentiremos que tenemos en nosotros cierta fuerza interior. Entonces haremos contacto con los más elevados Seres, quienes han avanzado y a quienes llamamos santos. Cuando entremos en contacto con ellos nuestra mente será iluminada del mismo modo que los estudiantes son iluminados estando entre sus profesores. Los santos son Maestros de la humanidad y todos debemos tomar su guía. Ellos enseсan al mundo cómo debe vivir. Pero ustedes preguntarán: "¿Dónde están estos Maestros, en qué lugar están? No vemos sus imágenes en la iglesia." Todo tiene una sombra, por medio de la cual podemos encontrar el objeto.
Sus deseos en el mundo son una sombra, sus aspiraciones también. Ustedes quieren comprender la esencia; deben observar la ley: subir, del corazón a su mente y pensar acerca de Dios. ¿Cómo imaginemos a Dios? Podemos imaginarLo como el Hombre más bueno, perfecto, en Quien no hay ningún rencor, ningún odio, quien ama a la gente como un verdadero padre ama a sus hijos. Tal es la actitud de Dios hacia nosotros. ¿Cómo piensan ustedes, Él nos está escuchando ahora o no? Él está escuchando y está trabajando en nuestras mentes. La disposición, que tenemos cada día, es debida a Él. Así como el Sol hace que nos dispongamos bien cada día después de que ha salido, del mismo modo los momentos felices de la Vida son debidos a este Sol interior, que está brillando en nosotros. En la Vida espiritual también existe salida y puesta. En la edad madura el Sol sube alto, ustedes están en su mediodía; en la vejez ustedes se pondrán para volver a salir nuevamente. Dios saldrá en los corazones y mentes de muchos, pero Él no saldrá en muchos otros. En quienes Dios saldrá, sentirán alegría y regocijo, pero aquellos, en quienes Él no saldrá, dirán: "Para nosotros la Vida es un infortunio, tristeza, sufrimiento". Ellos deben esperar ¿Por qué? – Porque no hay condiciones en ellos para que salga. Si sale prematuramente, esto será una desdicha para ellos; es mejor que descansen ahora. No digo, que van a morir; en absoluto. Yo sólo cito una ley. Cuando les hablo acerca de ponerse, todos piensan acerca de la muerte. ¿Qué cosa es el morir? – Esta es una suposición. Todos ustedes tienen que morir para ser capaces de relatar lo que la muerte es; por ahora sólo se está imaginando.
En una de sus relatos Tolstoi dice lo siguiente: se encontró a un monje ruso, de 85 aсos de edad, con barba blanca, y le preguntó: "¿Cuáles son las razones que te orillaron a ser monje?" Y el monje le contó en corto su historia: "Yo vengo de una familia real. Cuando tenía entre 21-25, mis padres quisieron casarme con una princesa. En aquel tiempo caí en un sueсo letárgico, vinieron los doctores, tomaron mi pulso. "El corazón está parado, él está muerto", dijeron y querían enterrarme. Me dije a mí mismo: "¿Acaso ésta es la muerte?" No podía darles una seсal de que estaba vivo. Mi prometida vino con su padre y él le pedía que llorara:
Que la gente diga que le amabas.
Nunca le he amado, pero amo su riqueza. – contestó ella.
Y me dije a mí mismo: "Si Dios me regresara al mundo, comenzaría una vida diferente!"
¡Que horrible es estar vivo y no poder decir que estás vivo; ver a todos llorando y no poder decir que estás vivo! ¡Y cuánta gente ha sido enterrada de esta manera! No hay nada más horrible que ser enterrado vivo. La mayor desdicha es permanecer por días y meses en la tierra y no poder liberarte de tu cuerpo. ¡Esta es la mayor prisión, el infierno! Si fuéramos puros, sabríamos cuando el alma ha dejado el cuerpo y nunca tendríamos semejantes sufrimientos. Después de que el doctor establece que el enfermo no está vivo, la gente dice en seguida: "¡Lléveselo!" Hacen un bello ataúd y con canciones y música se lo llevan. ¿Dónde está su amor? ¡Tal es el amor de los vecinos y de la sociedad! Alguien dice: "Te amo" ¿Cómo? ¿Como el gato ama al ratón o como el lobo ama al cordero? También es amor. Pero el mundo sufre con semejante amor pero el Amor que necesita el mundo es amar a los demás y ayudarles a ser felices tal cómo nosotros somos felices. Esto es por lo que Jesús dijo: "El que confía en Mí hará lo que hago; y quien Me ama será amado por Mi Padre y vendrá y habitará en él".
Ustedes dicen: "¿Qué le pasará a Bulgaria?" Yo les pregunto qué les pasará a ustedes. No saben que el demonio ha tomado toda su propiedad, él ha vendido incluso su piel, pero preguntan qué le pasará a Bulgaria. Bulgaria, es ustedes. Deben orar para que les ayude Dios a expeler de ustedes a este huésped no invitado, preservar su propiedad, su mente y su corazón. El demonio es culpable de estos sufrimientos. No deben estar enojados con él. Le alabo sólo en una cosa: es muy trabajador, no se desanima. Si lo persiguen fuera de la puerta, entra a través de otra; si no tiene éxito de un modo, intenta un segundo, un tercero y un cuarto modo. Este es un excelente y alentador rasgo suyo. Dios dice también: "Tomen su ejemplo, él es un profesor de los hombres, les enseсa y le enseсará a todos". Cuando les miente una y otra vez, finalmente ustedes dirán: "Hemos aprendido tus mentiras y no puedes mentirnos más".
Un hombre dijo a un amigo suyo: "Tú no puedes mentirle a mi mono". Su amigo llegó hasta el mono, entonces fingió estar dormido, el mono también cerró sus ojos y tomó el dinero. Su amo regresó a casa y le dio una paliza. La segunda vez el mono dejará sus ojos abiertos, no los cerrará, pues sabe que habrá palizas.
Con la experiencia que obtenemos en el mundo después de los sufrimientos, cuando el demonio venga, le diremos: "Mis ojos están abiertos." Cuando comiencen a sufrir, digan: "No he pasado aún a través de todo el proceso del grano de trigo". Y cuando sus pensamientos y su corazón sean transformados y lleguen a ser excelentes, entonces ustedes obtendrán la imagen y semejanza de Dios, entonces Dios les resucitará del mismo modo que el Sol revive el grano de trigo sembrado.
Traducción: José de Jesús Saavedra Aceves
Redacción: Zornitza Ganeva
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